sábado, 18 de enero de 2014

¿Por qué medicina?



     
 Anatomy by ninive

En mi escuela, esta semana se realizo un curso de inducción, cuyo objetivo es integrarnos a la población estudiantil, proporcionarnos información de utilidad, mostrarnos las instalaciones e incluso darnos algunos talleres y un curso de primeros auxilios, normalmente todas las universidades dedican algunos días previos al inicio de clases oficial a darle la bienvenida a sus nuevos alumnos. Durante este periodo ocurre algo de lo que, seguramente todos, hemos sido víctimas alguna vez: presentarte ante tus nuevos compañeros.

 "A ver, compañero de la chamarra roja, póngase de pie y diga su nombre, edad, de que escuela viene y por qué quiere estudiar medicina"

Entonces ves todo tipo de reacciones, algunos  abren los ojos y plantan sonrisas de oreja a oreja, otros ponen los ojos en blanco y toman una gran bocanada de aire, pero deben contestar de algun modo y es cuando pareciera que todos están intentando recordar esas respuestas tan originales que leyeron alguna vez después de googlear "¿por qué estudiar medicina?", para intentar dar una respuesta convincente, sin embargo, las criticas llueven:

"Anda, ahora resulta que todos los médicos son personas puras, armoniosas y de buenos sentimientos, seguro por eso visten de blanco"

"¿Este tipo que piensa?, si quería ayudar gente mejor se hubiera dedicado al trabajo social"

"Gracias, pero el uniforme es una bata no una capa de súper héroe, hay que superar esos delirios de grandeza"

"Es una escuela de medicina, no el olimpo"

"¿Qué no hay mayor satisfacción que un gracias?, ya te quiero ver comiendo de los gracias de tu paciente"

"Este sujeto solo piensa en el dinero, no puede ser medico"
 
Y esto pasara no solo en la escuela, frente a los compañeros y maestros, sino en cualquier oportunidad y escenario. Desde ahora puedo decirte que tus motivos nunca serán suficientes, ni parecerán admirables o adecuados, siempre alguien les encontrara un defecto, no faltara quien busque derribarte con veneno en forma de palabras desconsideradas, pero nada de esto será tan terrible como los juicios y cuestionamientos de quien verdaderamente puede condenarte a un infierno terrenal: tú. 

 Podrás tener un bonito discurso para dar respuesta a tu tía Gertrudis preguntándote en la cena familiar: "cuéntame hija, ¿por qué quieres ser medico?", defender a capa y  espada tu carrera de una bola de trolls cibernéticos y hacer todos los sacrificios que te han contando hasta hoy, pero no será igual de fácil ganarle a esa voz interna que te dirá en el peor momento "¿por qué haces esto?", puedes engañar a todos con un discurso parafraseado de algún artículo de internet pero jamás lograras engañarte.

Por todo lo anterior, no intentes convencer a nadie de tus motivos, armar respuestas o justificaciones para lo que haces o adoptar filosofías, reflexiona sobre esto como un soldado que va a la guerra ¿crees que le serviría de algo tener un buen discurso?, ¿unas palabras bonitas y realidades a medias harán que sobreviva la batalla?

Esto no te librara de las presentaciones escolares, ni de tener que contestarle a la vecina por qué medicina, pero si te librara de la posibilidad de condenarte a un infierno y de alejarte de ese sueño que luce y se siente tan bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario